Una Margarita sin emotividad
La Plataforma: Yo con México
Hemos visto a Margarita Zavala con sus playeras de la
selección mexicana o sus jersey gringas, la hemos visto ahí en las gradas, en
los asientos disfrutando la pasión por el futbol nacional mexicano o el
americano. ¿Pero cuál es la euforia en su vida?; o la pregunta sería ¿por qué ella
estaría dispuesta a luchar? La poesía urbana de un rapero o atrae a multitudes,
hace que varios viajeros encuentren un lugar al estallar en sus versos. La
pregunta es clara: ¿Cuál es la emoción en la vida de Margarita Zavala?
Los que tienen padres que nacieron en la segunda guerra
mundial dicen que les tocó ir a la misa católica dónde el sacerdote les daba la
espalda, y toda la homilía era latín. En el video vemos a una Margarita Zavala aventándose
un sermón sacerdotal a la gente que la quiere y la ama, y ellos son incapaces
de criticarla. Todos la escuchan con respeto, pero vemos a la gente cansada de
discursos, de “choros”. Los que conocen a la esposa de Felipe Calderón se
enamoran de ella por su sencillez, humildad, y esa paciencia y capacidad tremenda
de escuchar, y sus extrema sinceridad con la que habla, pero seguimos viendo a
una Josefina Vázquez Mota que habla ante un Estadio
vacío.
Las cuerdas vocales de María Corina Machado cuando habla
causa temblor en sus rivales por cada silaba que resuena de su boca, cuando
escribe tiemblan muchos oficialistas: su voz y su mano tiene poderio. Hillary
Clinton es una mujer carece de emociones, pero tiene una mirada firme y su
caminar es recto y no se hace a lado ni aunque tenga un tanque enfrente de
ella; es capaz de subirse en él, pasarle por encima y seguir adelante ¿Pero qué
hay con Margarita Zavala? Aunque Denise Dresser sea su guionista de sus discursos,
ella necesita llenar de inmensidad a la gente con sentimientos
Margarita Zavala se dice apasionada del deporte, pero la vemos
festejar muy prudentemente. Las señoritas son modestas, educadas, refinadas,
mesuradas en sus expresiones. También decían que nuestro lugar es debajo de un
hombre en la cama, en la familia y en la sociedad. Pero como dice América
Pacheco (amiga de Yuriria Sierra) “Al diablo con todo eso”: Las Tontas no Van
al Cielo. Sin duda, la mesura de Margarita Zavala, su inteligencia y su
angelical ser la hacen un ser hermoso en todos los aspectos, pero con eso no se
llega a ganar nada.
Cada palabra que emita debe sentirla, vivirla, como aquellos
poetas callejeros que hoy están de moda. La señora Zavala nos presume a su
padre el maestro de la UNAM y sus orígenes de la clase media, pero no vemos que
en su vida política hacia las personas trasmita sus orígenes. Debe hacer llegar
sus intenciones en el fondo de las personas para que se queden ahí, ya no debe
leer, no debe censurarse, ni limitarse en su hablar, para que una palabra sea
suficiente para decir: Ahí está Margarita Zavala. ¿Qué no entiende que se debe
preparar bien? desde el momento en que se encamina al templete y sube para leer
en el atril, hasta en la forma que baja de él.
Por confiarse Hillary, cayó hasta el tercer lugar en las
presidenciales como una Vázquez Mota; por imposición de las personas, limitan a
María Corina a tomar una presidencia que a pulso se ha ganado. Ellas, teniendo
el apoyo que tienen, el respaldo de personajes importantes, y poseyendo los méritos
que han juntado con esfuerzo los han echado en saco roto: no viven en las personas que las apoyan; ellas mismas se
hicieron el sexo débil como una Margarita Zavala, que cree que su esposo y su
prima le cortaran las alas en su vuelo libre (ni un Alex Sintek ni una Xóchitl
Gálvez)
Y contrariando a Lilly Téllez: Margarita Zavala es Margarita
Zavala las 24 horas del día, y más que tener una soberbia como un Andrés Manuel
López Obrador de aferrarse a ser presidente, ella es más cercana a un México de
la clase pobre que ni el Peje conoce. Y la única razón que le doy a Liliana, es
que ella se hace inferior en su dignidad austera en la cual estuvo en contacto
como ex primera dama y cuya labor se la tomó en serio: la comunicación con los
sectores olvidados. Liliana Téllez tiene razón, ella es su único enemigo, que
se acompleja y que no hace vibrar con su voz ni su sentir.
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http://www.milenio.com/firmas/alvaro_cueva_ojoporojo/Margarita-Zavala-critica-sensible_18_670912926.html